L.C.D.A.

octubre 12, 2006

Blue Boys

Filed under: Rabia — tale0 @ 10:50 am

¿QUE HAY DETRÁS DE UN CHOLLO?
 
 
 
Hace poco uno de mis hermanos regresó después de una estancia en Dhaka, la capital de Bangladesh.
 


Banglades
h es sin duda el país menos próspero de toda Asia. No suele figurar como destino turístico en los folletos de las agencias de viajes. Ya hace muchos años se decía que “si de verdad quieres saber lo que es la miseria, no debes ir a Calcuta, donde debes de ir es a Dhaka”. Parece que pasados los años esa frase no sólo sigue estando vigente, sino probablemente encierra todavía mucha más verdad.
 
Bangladesh se constituyó como una nación independiente en 1971 tras una sangrienta lucha por separarse de Pakistán. Hubo episodios de espeluznantes masacres o genocidios (que no conozco demasiado la diferencia entre esos horrores) de civiles bengalíes por parte del ejército pakistaní. Apagadas ya las notas de los conciertos de ayuda organizados por Ravi Shankar y su amigo Georges Harrison, queda un país con una población que supera los 140 millones de personas encerrada en una superficie similar a la de Grecia, situado en el delta de los ríos Brahmaputra, Ganges y Meghna. El terreno, si bien es inmensamente fértil, es también una fuente de problemas por la falta de salubridad y foco de enfermedades así como por lo propenso que es a las inundaciones . La renta per cápita es inferior a los 2.000 dólares anuales.
 

Me hablaba mi hermano del infierno que supone estar un tiempo en Dhaka, especialmente en la temporada calurosa y seca de antes del monzón, incluso para un privilegiado occidental con la posibilidad de acceder eventualmente a la isla de confort que proporciona un hotel minimamente acondicionado. Me hablaba del desorden y la corrupción generalizadas. De la contaminación omnipresente (hasta el agua embotellada tiene presentes restos de arsénico, o sea que es imposible librarse ni que se tenga dinero). De las enfermedades. De la explotación infantil.
 
Y me habló también de los niños azules. 
Los llamados niños azules son niños obreros que trabajan normalmente en las numerosas pequeñas industrias de transformación del aluminio. El polvo de aluminio que respiran durante toda su jornada se acumula en sus pulmones impidiendo una correcta oxigenación. Esta falta de oxígeno (hipoxia) provoca una coloración azulada característica en los labios y la piel que les da precisamente su nombre de niños azules. Se calcula que en la zona hay más de medio millón de menores de 15 años (el 10% de la población infantil) trabajando en condiciones adversas para su salud, sin protección legal o reglamentaria alguna. La mayoría de estos niños no llegan a alcanzar la edad adulta. 
Este es el final de la cadena. 
Porque a esta cadena la empezamos nosotros mismos cuando en nuestras sociedades nos lanzamos permanentemente a la búsqueda del mejor precio, de la tienda donde es más barato comprar lo mismo, a la búsqueda de los chollos. 
Este comportamiento, que es por otra parte lógico y lícito, genera una presión sobre los distribuidores que es trasladado en cadena a fabricantes y proveedores en búsqueda de la manera más barata de producir. Y la manera más barata es irse allá donde menos cueste la mano de obra y donde menos trabas medioambientales pongan.
La mecánica inflexible del capitalismo en su búsqueda de la eficiencia económica produce esto: desplazamiento de la producción allá donde más barato sea realizarla sin importar el coste social que eso suponga.
Al mismo tiempo que crea precariedad, desocupación y «mileurismo» en los propios lugares de consumo.
Todo ello alimentado por una legión de consumidores empeñados y obligados a estirar al máximo posible sus fuentes de ingresos.  
Y aquí empiezan las contradicciones al observar un mundo que no entiendo, y que seguramente tampoco pretende ser entendido. 
Como consumidor, como ciudadano y como actor en parte de este proceso me preocupa colaborar a alimentar esta situación.  
Sé por otra parte que si bien el futuro de un niño azul es muy pesimista, desde su propio punto de vista, tener la oportunidad de trabajar en una de esas fábricas es visto como una bendición. Una extraordinaria oportunidad. Que una disminución de los pedidos que les llegan desde los países del norte supone allí una tragedia absoluta.  
Sé que adoptar una posición individual tal vez pueda tranquilizar mi propia conciencia pero no añade ni quita nada al problema. Simplemente lo deja igual.

 

Que colaborar de alguna forma con gente que se implica directamente en el problema, probablemente sea tan imposible como intentar vaciar el mar con un cubo.
En definitiva confusión detrás de confusión y contradicción detrás de contradicción de un proceso imparable y del que todos y ninguno debemos ser responsables. 
Sin saber qué hacer me limito a considerar todo esto cada vez que veo una superoferta o un superprecio y ocasionalmente a intentar ayudar a la gente que se dedica a sacar cubos de agua del mar.
 
Porque al menos para el agua que está dentro del cubo, sé que será importante.
 

14 comentarios »

  1. Pequeños granitos de arena acaban siendo montañas…No te desanimes en seguir intentándolo.
    Conozco esa sensación de frustación,de querer cambiar el mundo y no poder.
    Es la pena con la que tenemos que vivir los que miramos alrededor de vez en cuando.
    Ojala se pudieran cambiar más cosas, ójala tuviéramos un mundo más justo… Pero no es así y de nada sirve lamentarse…
    Yo, en mi pequeño mundo, hago las bondades que están en mi mano, al menos sirve para estar algo más tranquila conmigo misma, que no es poco, y facilitarles a los que están cerca al máximo esos pequeños detalles que hacen que la vida sea más fácil…
    Por cierto, esa coloración azulada de la que hablas, se llama cianosis. 😀
    Un besillo, solidario.

    Comentarios por Due — octubre 13, 2006 @ 11:28 am

  2. Por cierto, buen texto.
    Muy necesario para pararte a pensar de vez en cuando.

    Comentarios por Due — octubre 13, 2006 @ 11:29 am

  3. Este tipo de cosas me enferman. Precisamente porque no puedes hacer nada. Las mafias y la tiranía del mercado lo dominan todo, y justo por pertenecer al mercado (lo queramos o no, consumimos y formamos parte de ello), alimentamos ese círculo vicioso.
    Lo ideal sería que cada cual produjese para sí y los suyos, que no hubiera excedentes con los que comerciar. Pero el ser humano es ambicioso y codicioso por naturaleza, y de forma innata desea más de lo que tiene, lo que acaba empujando al comercio, primero con el trueque y después a una escala mayor.
    Supongo que, como dices es inevitable remediarlo de forma mundial, pero se puede hacer algo por los que están más cerca.
    No hace falta ir a Bangladesh para ver miseria.

    Un beso enorme, Tale.

    P.C.: Tardaré un poquillo en seguir con esa historia, aún tengo que ver cómo la continúo.

    Comentarios por Miss Sinner — octubre 14, 2006 @ 6:38 pm

  4. Hola Tale,

    La verdad que buscamos chollos, pero no vemos lo que hay detrás de ellos, muchas veces exclavitud, explotación y por lo tanto mano de obra barata, y a eso amigo somos tan ignorantes que le llamamos Chollos, a consta del sacrificio de otros.

    Besotes Pedro y buen inicio de semana.

    Comentarios por Naiba — octubre 16, 2006 @ 6:14 pm

  5. Un saludo… pedro?
    (me lo han chivado)
    jejejeje…

    Comentarios por Due — octubre 16, 2006 @ 6:37 pm

  6. .. i català!
    y neodarwinista!!! 😀

    Cada vez queda menos para el misterio…

    jejeje

    Comentarios por Due — octubre 16, 2006 @ 8:53 pm

  7. Sí que podemos hacer algo, poco, pero algo, comprar lo máximo posible en tiendas de comercio justo y consumir de forma responsable, no dejándonos llevar por ese consumismo salvaje que parece que si pasamos un día sin comprar fueras un paria … en fin …. todo esto para decirte que me ha gustado mucho leerte …

    Bss y snrss para tu día a día …

    Comentarios por khilya — octubre 17, 2006 @ 12:01 am

  8. Vito Corleone XDDDD Adoro El Padrino (todas ellas ^^).

    Los spaces están normalmente en huelga de brazos caídos.

    Un besote, ¿Pedro?… Humm.. vale, no haré el chiste XD

    P. C… Pero, ahora que lo leo… ¿me agregaste hace un tiempo…?
    Es que no reconocí una dirección que me agregó, y ahora al ver eso de Pedro, puesss… Nu sé…

    Comentarios por Miss Sinner — octubre 17, 2006 @ 1:57 pm

  9. Me enerva y me hierve la sangre. Y mira que está fría…pero me puede. Tengo tres niños indios por San Vicente Ferrer, me mandan noticias sobre su zona, los progresos y las dificultades, sabía ligeramente de lo que comentas… Y no sé muy bien que hacer más que no comprar productos que sean fabricados en China, por ejemplo. Y que pierdan todos, pero yo me salvo en salud. Ahora, en el mayor mercado del ocio americano, de ese del que vengo, ni una miaja me he dejado en las memeces de productos, porque?. Porque ponía Made in china. Aunque el enano se ha salido con un juguete, no era plan tampoco…Y fíjate que creo que esta gente no se va a pringar de lo que más come, no tanto de sus películas sino más bien del merchandeising que conllevan. Pero cuando veo ese made in… pienso en todas las multinacionales que avasallan a la mano de obra. No tenemos que irnos tan lejos….mira nuestro país con todos los cambios demográficos y sociales que está experimentando, vamos al más económico, aunque no pensemos si tiene las habilidades o competencias necesarias, ni siquiera nos planteamos formarles. ¡¡¡Que asco, XDD!!. Miro hacia la revoluci’on industrial, siglo XIX y no hemos avanzado tanto…ni mucho menos. Que garrulos, pero que garrulos. Y eso que casi todo est’a en los libros….en fin.
    Besos de llegada a la cruda realidad.

    Comentarios por Only — octubre 18, 2006 @ 1:29 pm

  10. Guau!

    Durísima realidad la de este país del que tan poco conocemos. Ya que como todo lo que no nos gusta oir, simplemente consiguen hacerlo desaparecer. Creo que son necesarias todas las acciones que estén en nuestras manos para evitar erstas situaciones, y en la medida de lo posible combatirlas.

    Gracias por mantener abiertas las puertas de la esperanza

    Besitos!!

    Comentarios por Naza — octubre 20, 2006 @ 9:34 pm

  11. Hola Tale,
    la verdad que es muy fuerte todo esto.
    Un beso y hasta pronto

    Comentarios por Cristina — octubre 25, 2006 @ 3:44 pm

  12. Complicado, Tale. Muy complicado. Porque ver trabajar a un niño ya es algo que me enerva. Verlo trabajar en condiciones infrahumanas, me angustia. Y saber que trabaja para no llegar a la edad adulta, me enferma.

    Y sin embargo, creo en el poder de la globalización. En el de la verdadera globalización, no en ésta que tenemos con la ley del embudo, en la que los países ricos tenemos todas las de ganar y nada que perder. Iniciativas como la del comercio justo, como la de eliminar los aranceles, la eliminación del proteccionismo de los productos en los países ricos… podrían eliminar las diferencias.

    Es verdad, que todo eso favorece el mileurismo en los países ricos. Pero es que más de dos tercios de la población mundial no sabe lo que es el mileurismo, ni remotamente. Quizá debamos todos ser un poco menos consumistas. Y fomentar también la tasa de natalidad en los países pobres, si es que entre todos tendemos a la equiparación en la utilización de recursos. No olvidemos que (jo, ya en 1984, Fernando Parra en su Diccionario de ecología, ecologismo y medio ambiente) un ciudadano blanco sajón de USA consume 500 recursos más que un hindú, y produce 1000 veces más desechos. Estas diferencias deberán acompasarse: la equiparación en la utilización de recursos, y equilibrio en la tasa de natalidad. De lo contrario, esto explota. O dicho en lenguaje de sistemas… colapsa.

    Con todo, soy partidario de que cada uno puede contribuir con la responsabilidad que le toca de cerca.

    Un abrazo, Tale.

    Comentarios por Alabastro — octubre 29, 2006 @ 3:00 pm

  13. Quería decir fomentar la disminución de la tasa de natalidad en los países pobres. Sí, ya sé que es una visión desde el primer mundo. Pero es la misma visión que me lleva a decir que hay que fomentar el crecimiento de la riqueza y el bienestar en estos países. Y los recursos en el planeta son limitados.

    Comentarios por Alabastro — octubre 29, 2006 @ 3:03 pm

  14. Al consumismo se le combate con lo que más duele, que es no comprando.
    Ya se han ganado algunas batallas para evitar la explotación infantil, aunque para eso hay que conseguir diferenciar valor y precio.
    Si 6000 niños mueren cada día por falta de agua, tal vez cuando sean 12000 nos demos cuenta de que la eficiencia y el capitalismo no funcionan, salvo para unos pocos.
    Si 4000 trabajadores son despedidos en la planta belga de VW, ¿qué tiene guardada esa multinacional para el tercer mundo?
    Sigamos hablando, que es el camino para solucionar cualquier conflicto, incluido el que tenemos cada uno con nuestra conciencia.
    Salud!

    Comentarios por Juan Cosaco — noviembre 28, 2006 @ 12:28 am


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