Charlas con mi Locker

– Buenos días, Sr. Creus, que agradable volver a verle por aquí. Le estaba esperando.

– Buenos días Sr. Locker. Lo sé. Me has enviado hace un rato un mensaje diciendo que tienes un paquete para mí.

– Oh! Ahora tengo un nombre. Puede llamarme David.

– ¿David? No sólo se os ocurre esa absurda idiotez de poneros nombres humanos, sino que además tenías que elegir el mío. De eso nada. Te llamaré «locker» y si me haces enfadar, «puto locker«.

– No se enfade Sr. Creus. Si es tan amable, muéstrame el código de barras del mensaje para que pueda entregarle su paquete.

-¿El código de barras? Con la de veces que vengo aquí ya podrías pasar de esas cosas, que para lo que os interesa bien que os quedáis todos los datos.

-Lo siento, Sr Creus. Son las normas.

-¿Las normas? Vale locker, aquí está.

-Lo siento, pero entre el sol y esa mierda de móvil que tiene no veo nada. ¿Podría darme el código?

– ¿Qué has dicho de mi móvil? Cuatro hostias es lo que me están entrando ganas de darte. A ver, 1-7-0. ése es el código.

– No. Ese es mi número de terminal. Lea bien lo que pone el mensaje y dígame por favor el código.

– Lii biin il minsiji! A ver, 420042.

-Ese es. Ahora por favor apártese que voy a abrir el compartimento y no quisiera estropear más aún ese rostro que le ha dado la naturaleza.

-¿Te has levantado gracioso hoy? Pues ahora me voy sin cerrar la puerta. Te la cierras tú si puedes.

-Sr. Creus, si hace eso quedará registrado en nuestra base de datos.

-Pues la voy cerrar pero dejando dentro antes un zurullo de mi perro.

-Sr. Creus, nos consta que no tiene usted perro alguno.

-Como sigas tratando así a los clientes te veo como contenedor de basuras en una esquina. Y no sé si sabes lo que le pasa a los containers en esta ciudad.

– No se enfade conmigo, sólo soy un locker que está muy solo todo el día y trato de entablar conversación con los clientes.

-Pues aprende a hablar de fútbol. Ahí te quedas.

-Adiós. Acabo de enviarle un mensaje para informarle de acaba de recoger su paquete.

-Adiós puto locker. Estás chalado!

                                                                                                                                                                         © Kreus    © Tale

Aberración cósmica

Si consigo lanzar un protón al núcleo de una estrella de neutrones y al mismo tiempo acercar un electrón a alguna zona de su periferia, ¿tengo, aunque sea durante un breve instante un isótopo aberrante del hidrógeno?

Algo así como:

 

Facefool

El último soldado

 

Lo peor de ser el último soldado muerto antes de que se declare la paz es que además te queda cara de tonto.

…. Arte !!!

 

 

El Primer Caballero

 

    La Segunda Mujer

  

        El Tercer Hombre

  

             El Cuarto Protocolo

  

                  El Quinto Elemento

  

                       El Sexto Sentido

  

                            El Séptimo…..

La seguridad vive en lo muy improbable

 

 

Un número infinito de monos aporreando un número infinito de máquinas de escribir durante un tiempo ilimitado han escrito todas las obras de la Litertura Universal y ahora están siendo perseguidos por inspectores de la S.G.A.E. acusados de plagio.

Caducidad

Cuando yo era niño los yogures no caducaban.

He recordado esto al encontrar escondido en un rincón de mi frigorífico uno de esos yogures superviviente de aquella época.

Y que, evidentemente, aún no ha caducado.

No ha caducado pero en cambio se ha transformado.

Es sorprendente la cantidad de diferentes derivados en que puede transformarse la leche. Nata, crema, yogur, kéfir, mantequilla, helados, innumerables variedades de quesos, y hasta se diría que más allá de eso las nubes, los dientes, los huesos, las estrellas del cielo y tal vez hasta la nieve y la niebla fueran hechas con algún tipo de  elaboración láctea.

Observando el yogur encontrado en el fondo de mi nevera diría que ha atravesado por todos esos posibles estados.

No sé si debería abrirlo y examinarlo más de cerca o por el contrario limitarme a observar a través del cristal del tarro. Si dejarlo de nuevo en su rincón del fondo de la nevera durante cuarenta nuevos años. Bañado en un sueño frío, interrumpido por el brillo esperado que acompaña a cada apertura de la puerta de la nevera.

Lo he decidido. Es un producto de otro tiempo y de otra lógica. Así lo atestiguan sus compañeros de refrigerio. Siempre estresados, pendientes de la llegada de su fecha de caducidad para ser consumidos.

Se quedará de nuevo en el fondo de la nevera durmiendo la espera de la llegada de su fecha de caducidad.

Una fecha que nunca existó.

GANADORES

UNO

 

 

DOS

Y TRES…

 

(Aunque me parece que lo de tres tardaremos bastante en verlo…..)

Chollo

esa manía de cambiarle el nombre a todo

JUEGOS

De acuerdo, se llama Beijing

pero a mí me gustaba más cuando se llamaba Pekín.

(me gustaba más como de aquí a Pekín)

Contrato

LOS TERMINOS DE TU CONTRATO

…/… 

TITULO V  – VIGENCIA

Si scrutinia de quibus in numeris septuagesimo secundo, tertio et quarto memoratae Constitutionis incassum reciderint, habeatur unus dies orationi, reflexioni et dialogo dicatus ; in subsequentibus vero suffragationibus, servato ordine in numero septuagesimo quarto eiusdem Constitutionis statuto, vocem passivam habebunt tantummodo duo nomina quae in superiore scrutinio maiorem numerum suffragiorum obtinuerunt, nec recedatur a ratione ut etiam in his suffragationibus maioritas qualificata suffragiorum Cardinalium praesentium ad validitatem electionis requiratur. In his autem suffragationibus, duo Cardinales qui vocem passivam habent, voce activa carent.

TITULO VI  – LIMITES

los límites que tendrás son los que tú te quieras fijar

…/…